Los mexicanos estamos inmersos en la violencia desde que nació la nación

“Así debe ser la muerte. Algo extraño que se mete en nosotros. Como el cansancio, el aburrimiento, la indiferencia. Que nos inmoviliza y nos libera al mismo tiempo.” Ramiro Mendoza Elizondo, gatillero a sueldo, concibe matar como mero trámite, un acto exento de saña. Una tarde, en una cantina chilanga recibe el encargo de asesinar a Maricruz Escobedo, ejecutiva y miembro de la sociedad de élite de San Pedro Garza García, su primera víctima femenina.