Gabriel Orozco

    Gabriel Orozco

    Gabriel Orozco (Jalapa, 1962) creció en la ciudad de México, en el medio cultural de la izquierda mexicana ligada al muralismo, la fotografía y la literatura política de los años sesenta y setenta. 

    A mediados de los ochenta, poco después de acabar sus estudios académicos en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, Orozco se aleja de la práctica tradicional de estudio y comienza a viajar por el mundo. Su método se convierte entonces en el del caminante que experimenta con objetos encontrados, en acciones escultóricas e instalaciones que suceden en espacios públicos. Su aportación a la escultura y a la fotografía, documentando sus encuentros con objetos cotidianos, es producto de estos recorridos en solitario por las calles y la periferia de las diversas ciudades en las que ha vivido.
    En los años noventa Orozco realizó obras de fuerte repercusión en el mundo del arte, como el puño doble de barro rojo quemado, “Mis manos son mi corazón”, o su propio peso en una masa de plastilina rodante titulada “Piedra que cede”. Para su primera exposición individual internacional, en el MoMA de Nueva York en 1993, Orozco colocó naranjas en las ventanas de los edificios frente al museo. En su primera aparición en la Bienal de Venecia, en ese mismo año, expuso una caja de zapatos vacía. Unos meses más tarde, en la galería Chantal Crousel de París, presentó un coche Citroën cortado y reensamblado. En 1994, en su primera aparición en la galería Marian Goodman de Nueva York, colgó cuatro tapas de yogurt, una en cada muro de la galería. Estas obras se convirtieron casi de inmediato en íconos del arte contemporáneo. 

    Gabriel Orozco ha continuado durante dos décadas exponiendo su obra en los principales museos y bienales. En los últimos años se le han dedicado exposiciones retrospectivas en el MoMA de Nueva York, el Centro Pompidou de París, la Tate de Londres, el Kunstmuseum de Basilea, el Moderna Musset de Estocolmo y el Museo de Arte Moderno de Tokio. Más de veinte monografías y catálogos en varios idiomas han sido publicados sobre su obra.

    Con una sorprendente variedad de medios y una inusual economía de recursos, su obra se ha vuelto fundamental para el arte contemporáneo internacional. Materia escrita es la primera publicación dedicada exclusivamente a los textos del artista.